martes, 23 de septiembre de 2014

El contacto piel a piel entre madre e hijo

El contacto piel a piel es muy importante como medio de comunicación entre un bebé pequeño y su madre o incluso su padre.
Dado que este pequeño ser que tiene poco tiempo de nacido no sabe hablar, y ha llegado a un mundo extraño, frío, agresivo, luminoso y que en general le atemoriza, el contacto entre ambas epidermis lo calma, lo ayuda a pasar por ésta transición de una manera más cómoda.

Este contacto, ha sido una práctica ancestral en muchas civilizaciones. Sin embargo con la institucionalización del parto, se ha perdido en occidente. Se ha retomado en la práctica humanizada  del parto.




Este método que originalmente fue instituído en los recién nacidos sanos, también se usa en los bebés pretérmino y se conoce como “método canguro”,  surgió en 1978 en la ciudad de Bogotá Colombia como una respuesta a la falta de incubadoras y de recursos para las unidades de cuidados intensivos neonatales.
El contacto piel con piel, se ha definido como la técnica que consiste en poner al recién nacido en contacto con el pecho y abdomen desnudo de su madre, inmediatamente después del parto, incluso antes de cortar el cordón umbilical y mantenerlo en esa posición el mayor tiempo posible, durante la primera hora de vida, aprovechando el estado de alerta tranquila del niño. Se debe tratar que el niño tenga su primera experiencia de lactancia en el pecho de su madre durante este período, aunque no es imprescindible que mame, basta con que su lengua tome contacto con el pezón de su madre.
Los componentes originales de la intervención (contacto prolongado piel a piel-posición canguro, nutrición basada en leche materna y salida temprana en la posición canguro), han sido científicamente probados en estudios experimentales y de observación, y han demostrado ser una alternativa efectiva y segura para cuidar al recién nacido de bajo peso de nacimiento, en las unidades de cuidado mínimo después de su estabilización. Ofrece ventajas adicionales con respecto a la facultad de la madre y el vínculo de la familia con el niño.

Se debe ofrecer como una rutina a todo recién nacido con un peso < 2.000 g. al nacer o con una edad gestacional de menos de 37 semanas.
Algunos de sus efectos son: mayor ganancia de peso, menor número de infecciones hospitalarias, mejor regulación de la temperatura, mayor duración de la lactancia materna, menor tiempo de hospitalización, mejor  vínculo madre-hijo, menor sensibilidad al dolor dentro de la unidad de cuidados intensivos, disminución del estrés que los bebés pueden sufrir en esas condiciones, así como mayor coeficiente intelectual.


FUENTE:
LUCCHINI RAIES, Camila; MARQUEZ DOREN, Francisca  y  URIBE TORRES, Claudia. Efectos del contacto piel con piel del recién nacido con su madre. Index Enferm [online]. 2012, vol.21, n.4 [citado  2014-08-05], pp. 209-213 . Disponible en: <http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1132-12962012000300007&lng=es&nrm=iso>. ISSN 1132-1296.  http://dx.doi.org/10.4321/S1132-12962012000300007.



Escrito por : Yeshica Rojas Campos.

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